El Bayern sobrevive en la Bundesliga agarrado a Harry Kane | Fútbol | Deportes

Hay equipos que necesitan muchos golpes para caerse. El Bayern es, sin duda, uno de ellos. Su historia jalonada de memorables partidos y gloriosas victorias está también trufada de duelos como el que resolvió (2-1) en Munich ante el Leipzig, al que dejó atrás después de ofrecer un despliegue chato y decepcionante justo al final de la semana en la que se anunció el adiós del entrenador Thomas Tuchel. Al Bayern le auxilió su orgullo para revolverse ante sus limitaciones y el talento de un delantero descomunal, Harry Kane, un rematador legendario.

Kane acaparó las tres opciones de gol que generó un equipo espeso. La primera la desvió el meta del Leipzig al palo, las dos restantes las pasaportó el ariete inglés a la red, la última de ellas cuando el reloj ya descontaba minutos después del noventa. Le dolió al Leipzig, que pelea por entrar puestos de Liga de Campeones, competición en la que esta temporada todavía se agarra a un hilo tras caer en la ida de los octavos de final contra el Real Madrid. El día 6 partirá en Chamartín con un gol de desventaja, pero bien harían los blancos de tomar nota de la audacia de su rival, que no se achantó en su visita al Bayern y miró a los ojos a un gigante herido, el campeón de las once últimas Bundesligas.

El cetro del Bayern está amenazado por el Bayer Leverkusen, vencedor ante el Mainz en partido adelantado al viernes. El equipo que dirige Xabi Alonso suma 33 partidos sin perder entre Liga, Copa y Europa League y aventaja en ocho puntos al Bayern cuando quedan 33 por disputarse. Por eso para los bávaros era tan importante superar al Leipzig. De alguna manera se han dado una nueva vida mientras inician su reconstrucción. Esta semana reciben a Max Eberl, un exjugador de su vivero que ejerció trece años como director deportivo en el Borussia Mönchengladbach y en septiembre finiquitó un efímero paso por el RB Leipzig. Eberl tiene trabajo porque no sólo deberá de reclutar a un entrenador, sino también reconstruir un equipo que tiene piezas que ofrecen síntomas de agotamiento. Ante el Leipzig sufrieron en un partido más controlado de lo habitual.

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El rival del Real Madrid mandó y marcó ritmos. Hasta el descanso se contuvo para que no exponerse a las transiciones del Bayern. Tras el receso decidió jugar en campo contrario y fue ahí cuando puso en verdaderos aprietos a los chicos de Tuchel. Trabajó bien el Leipzig. Dani Olmo y Xavi Simons, dos futbolistas con ADN Barça, interpretaron bien el juego de fuera hacia dentro. El infravalorado Loïs Openda fue un dolor de cabeza para el centro de la zaga del Bayern, sector en el que Tuchel hizo cambios y alistó a De Ligt y a Eric Dier antes de completar una línea de tres en los minutos finales con Kim Min-jae. El criticadísimo Upamecano estaba sancionado.

Debió golpear más el Leipzig, que encajó en el inicio de la segunda parte, cuando mejor jugaba y más se asomaba a la portería defendida por Neuer. De pronto un claro se abrió entre la espesura bávara, Musiala controló la pelota en el balcón del área y encontró el desmarque de Kane, que definió con precisión. No tardó ni un cuarto de hora en empatar el Leipzig, con gol del veinteañero y fornido eslovaco Sesko tras un pase de Olmo.

El partido pasó de nuevo a estar en manos visitantes. Pero ahí al Leipzig le faltó aliento y le sobró Harry Kane.

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By Eliza Salas Armijo

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