El Gobierno de Dinamarca pretende acabar cuanto antes con la quema de coranes en sus calles. El Ejecutivo liderado por la socialdemócrata Mette Frederiksen ha presentado este viernes un proyecto de ley para prohibir en los espacios públicos “el trato inadecuado de objetos que tengan un significado religioso para una comunidad”, con la intención de frenar la ola de actos islamófobos de las últimas semanas que han tensado al máximo la relación entre Copenhague y algunas de las principales capitales del mundo musulmán. La propuesta legislativa incluye penas de cárcel de hasta dos años.
La reforma legislativa tipifica también las profanaciones de copias de otros libros sagrados, como la Biblia o la Torá, o de objetos como un crucifijo. El proyecto de ley incluye penas máximas de hasta dos años de cárcel para los reincidentes, pero las personas que incurran en este tipo de delitos por primera vez únicamente serán multadas.
Desde mediados de julio, más de 150 ejemplares del Corán han sido quemados en público en calles danesas, la mayoría en Copenhague y cerca de mezquitas, embajadas o consulados. Tanto el Gobierno danés, como el de Suecia, donde comenzaron las quemas hace casi tres años, se han distanciado en todo momento de las profanaciones del libro religioso y anunciaron hace unas semanas su intención de limitar este tipo de actos sin llegar a modificar las cláusulas sobre libertad de expresión en sus Constituciones. Ambos países escandinavos elevaron recientemente sus niveles de alerta antiterrorista y tuvieron que repatriar a su personal diplomático destinado en Bagdad, la capital iraquí, donde tuvieron lugar las protestas más violentas.
El ministro de Justicia danés, Peter Hummelgaard, ha especificado este viernes en rueda de prensa que el objetivo de la nueva legislación será “poner fin a las quemas y profanaciones del Corán en los espacios públicos”; un tipo de acciones que ha descrito como “despreciables e insensibles” que “dañan a Dinamarca y a sus intereses”. Hummelgaard ha agregado que “se reforzará la seguridad nacional” con las nuevas medidas, que se incorporarán al Código Penal, previsiblemente en septiembre u octubre. “No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras algunos individuos hacen todo lo posible para provocar reacciones violentas”, ha sentenciado el ministro socialdemócrata.
Críticas de la oposición: “Enhorabuena a Al Qaeda”
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La propuesta del Ejecutivo danés, compuesto por el Partido Socialdemócrata, los Moderados (centro) y el Partido Liberal Danés (centroderecha), ya ha provocado las primeras críticas de la oposición. “Enhorabuena a Al Qaeda y compañía. Día triste para Dinamarca. Día alegre para los extremistas”, ha publicado en las redes sociales Alianza Liberal, formación partidaria del liberalismo conservador. Por su parte, Rasmus Paludan, un político radical con nacionalidad sueca y danesa e impulsor de la quema de coranes en Suecia, ha declarado que encontrará la manera de sortear cualquier prohibición para continuar con las profanaciones del libro sagrado de los musulmanes.
Los roces entre Dinamarca y el mundo musulmán se remontan a casi dos decenios, cuando el periódico Jyllands Posten publicó unas caricaturas del profeta Mahoma que provocaron graves disturbios en casi una decena de países, con más de 200 muertos en total. A diferencia de esta ocasión, en 2005 el Gobierno danés rechazó de plano la posibilidad de legislar para evitar futuras publicaciones similares.
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