Crisis de Estado en el Real Madrid a dos días del inicio de la Liga. Thibaut Courtois se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda en el entrenamiento de este jueves, según informó el club en un comunicado, y será intervenido en los próximos días. A la espera del resultado de la operación, el tiempo de recuperación de este tipo de lesiones no suele ser menor a los seis meses. El grave percance se produjo en una caída durante la práctica en Valdebebas, detallaron desde el entorno del portero belga.
Se trata del problema físico más serio que ha sufrido el meta de 31 años y medio. En su historial clínico, el accidente más importante que aparecía hasta ahora era el desgarro en un menisco en la lejana temporada 2015-16, que le mantuvo fuera de los terrenos de juego tres meses.
La lesión compromete los planes del Real Madrid para la temporada que arranca este sábado en San Mamés (21.30, Movistar). El segundo portero es Andriy Lunin, que después de tres cursos consecutivos en la primera plantilla blanca no ha terminado de ofrecer todas las garantías posibles. Trabajador infatigable en todos los destinos por los que ha pasado, incluso obsesivo, su evolución en la Ciudad Deportiva después de dos primeras temporadas de cesiones (Leganés, Valladolid y Oviedo entre 2018 y 2020) no ha seguido la evolución esperada.
Apenas suma 17 encuentros con el Real Madrid, en los que ha encajado 19 goles. La pasada campaña es cuando más actividad acumuló (12 duelos) aprovechando varios problemas físicos menores de Courtois, con un saldo de 13 dianas en contra. Quedan 21 días para el cierre del mercado de fichajes de verano y que el Madrid pueda plantearse una operación de sutura en la portería. De momento, ante el Athletic, Lunin a escena.
La desgracia del belga agrava de forma sobresaliente las dificultades sufridas por el Madrid a la hora de dotarse atrás de un escudo de protección. Los ochos goles encajados en los cuatro partidos de pretemporada en Estados Unidos evidencian los desajustes por resolver en este momento del curso, algo que reconoció Carlo Ancelotti, y que suponen la continuidad de los problemas padecidos la campaña anterior en las tareas de contención, con llamamientos continuos del técnico italiano a la concentración y el sacrificio. La mejora en el rendimiento de Courtois después del Mundial ayudó a aliviar ese déficit atrás.
Sin Benzema y ahora sin Courtois
La caída del meta de dos metros abre, al menos de momento, un nuevo periodo en el equipo blanco, que ha perdido en solo unos meses a los dos jugadores clave que le dispararon a la Liga y la Champions de 2021: Courtois, protagonista de una actuación colosal en la final contra el Liverpool, y Benzema, que se marchó en silencio a Arabia Saudí después de tocar el cielo en París, ganar el Balón de Oro e iniciar un lento declive en el Bernabéu.
La enorme rapidez y volatilidad del fútbol han transformado en 2023 el Madrid de Courtois, Benzema y Vinicius, en el Madrid casi en exclusiva de los jóvenes, con el brasileño a la cabeza de una cuadrilla de noveles que tiene a Jude Bellingham (segundo fichaje más caro del club, 103 millones más 30 en variables) como nuevo integrante. Kroos y Modric, más que nunca, ejercerán de viejos senadores del vestuario pese a la intención de la entidad de que sus minutos vayan menguando.
Mientras toda la grada blanca meditaba sobre la carencia de un delantero centro de primer nivel mundial y seguía (y sufría) con el serial infinito de Kylian Mbappé, la desgracia asoló a la portería con la grave lesión de Thibaut Courtois, un puesto que colgaba en exclusiva de él.
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